1. EL HUMANISMO DE INSPIRACIÓN CRISTIANA
El cristianismo no es un humanismo en cuanto que no es una ideología o un sistema de valores propios de una cultura determinada. Sin embargo existen humanismos cristianos que son una filosofía política que defiende una plena realización del hombre y de lo humano dentro de un marco de principios cristianos.
1.1 DIGNIDAD DEL SER HUMANO
“La dignidad humana es aquella condición especial que reviste todo ser humano por el hecho de serlo, y lo caracteriza de forma permanente y fundamental desde su concepción hasta su muerte”.
Esta frase nos deja muy en claro que la dignidad humana es una condición inherente al ser humano, es decir, que no se puede renunciara esta; teniendo en cuenta esto, entramos a analizar el ¿qué es? Y ¿porqué existe? Dicha condición que resulta ser tan importante tanto para la sociedad como para el ordenamiento jurídico existente en nuestro país; pero del mismo modo, podemos darnos cuenta de que la razón por la cual existe la protección a esta condición es el simple hecho de que el ser humano exista y se mueva constantemente dentro de un grupo social que, de una u otra manera lo determina con el paso del tiempo como un ser humano a cabalidad, con todo lo que el es y con todo lo que el ser humano implica.
Por ello, decimos que la dignidad humana como condición de ser humano, es el hecho de acceder sin ningún costo o remuneración económica a los derechos y las obligaciones que poco a poco, se van generando con el paso del tiempo y de acuerdo a las condiciones sociales en las que normalmente se mueve por el hecho de estar o pertenecer a un grupo social; esto implica pues, un respeto mutuo de sus derechos como lo son a tener una vida digna, con un honor, con una buena reputación, sin ser de ninguna manera objeto de ultrajes o humillaciones.
1.2 EL SER HUMANO ES LIBRE Y RESPONSABLE
El hombre es libre. Esta sencilla afirmación, escrita sobre una hoja en blanco, puede suscitar un montón de reacciones. Desde las preguntas radicales “¿será verdad? ¿soy libre? ¿los demás son libres?” hasta esas preguntas más concretas “libre, ¿en qué, para qué, cómo, cuándo, dónde?” La libertad ha sido uno de los temas más discutidos en la historia del pensamiento, y, a la vez, una de las realidades más atacada y denigrada.
Puede ser útil no olvidar que la libertad radica en el fondo de cada corazón. En este sentido hasta un esclavo es libre: tendrá cadenas y sufrirá hambres o latigazos, pero puede amar u odiar, puede aceptar su destino o rebelarse, puede callar o puede gritar aunque lo golpeen hasta la muerte, puede ceder al miedo o puede romper alambradas y correr en busca de una libertad más plena y completa. A la vez, un hombre “libre” puede vivir como esclavo: esclavo en el sentido de que no es capaz de mover su voluntad para realizar nada que valga la pena, sino que vive encadenado a la droga, al alcohol, a la pereza o a unas sábanas que no le dejan levantarse por la mañana... También este ciudadano libre” tiene una capacidad de opción (a no ser que se encuentre en un estado hipnótico, sometido a la voluntad de otros), pero la guarda y la estropea... Hay cosas que se arruinan si no se usan, y una de esas cosas es la libertad...
Un discurso sobre la libertad queda incompleto si no tratamos también de la otra cara de la moneda: la responsabilidad. Cada vez que hacemos una opción, cada vez que escogemos, hemos de responder, hemos de dar cuentas de lo que hemos hecho, y nos sentimos“presionados” por otros o por una voz interior que nunca calla... Muchas veces serán personas de nuestro ambiente quienes nos pregunten: “¿por qué lo has hecho?” Cuando se ha producido un crimen uno de los principales elementos de intriga es precisamente descubrir el “intríngulis” que ha llevado a ese asesinato, la causa, el porqué. Pero otras veces es una voz interior, esa que llamamos“conciencia”, la que nos susurra al oído: “tienes que hacerlo” o “no lo hagas”; y luego, una vez que hemos actuado, nos dice “has actuado bien, ¡felicidades!” o “has sido un cobarde, un egoísta, un temerario: ¡no deberías haberlo hecho!” Hay momentos en los que la pregunta exterior nos duele y nos toca mucho más (como cuando procede, por ejemplo, de la esposa o del esposo, de un hijo o de los padres, de un amigo o de una autoridad judicial), y otros en los que no nos importa nada lo que se diga: nos alegra o nos hiere solamente la autorecriminación o la felicitación de la voz interior, que nos pide implacablemente una respuesta...
En el binomio libertad-responsabilidad entra en juego, por lo tanto, la conciencia. Y la conciencia puede tener muchos estados de desarrollo. Existe la conciencia inmadura, que se ha quedado con las pocas prohibiciones que nos hicieron cuando éramos pequeños, que sólo nos dice que no nos mordamos las uñas, que no peguemos al “hermanito”, que no manchemos el vestido de fiesta. Esa conciencia no ha crecido, quizá por culpa de otros, quizá, la mayoría de las veces, por culpa propia, pues son muchos los momentos en los que nace el deseo de preguntar, y a veces nos engañamos creyendo que sea mejor no hacerlo para poder seguir lo más fácil y placentero.
Un discurso sobre la libertad queda incompleto si no tratamos también de la otra cara de la moneda: la responsabilidad. Cada vez que hacemos una opción, cada vez que escogemos, hemos de responder, hemos de dar cuentas de lo que hemos hecho, y nos sentimos“presionados” por otros o por una voz interior que nunca calla... Muchas veces serán personas de nuestro ambiente quienes nos pregunten: “¿por qué lo has hecho?” Cuando se ha producido un crimen uno de los principales elementos de intriga es precisamente descubrir el “intríngulis” que ha llevado a ese asesinato, la causa, el porqué. Pero otras veces es una voz interior, esa que llamamos“conciencia”, la que nos susurra al oído: “tienes que hacerlo” o “no lo hagas”; y luego, una vez que hemos actuado, nos dice “has actuado bien, ¡felicidades!” o “has sido un cobarde, un egoísta, un temerario: ¡no deberías haberlo hecho!” Hay momentos en los que la pregunta exterior nos duele y nos toca mucho más (como cuando procede, por ejemplo, de la esposa o del esposo, de un hijo o de los padres, de un amigo o de una autoridad judicial), y otros en los que no nos importa nada lo que se diga: nos alegra o nos hiere solamente la autorecriminación o la felicitación de la voz interior, que nos pide implacablemente una respuesta...
En el binomio libertad-responsabilidad entra en juego, por lo tanto, la conciencia. Y la conciencia puede tener muchos estados de desarrollo. Existe la conciencia inmadura, que se ha quedado con las pocas prohibiciones que nos hicieron cuando éramos pequeños, que sólo nos dice que no nos mordamos las uñas, que no peguemos al “hermanito”, que no manchemos el vestido de fiesta. Esa conciencia no ha crecido, quizá por culpa de otros, quizá, la mayoría de las veces, por culpa propia, pues son muchos los momentos en los que nace el deseo de preguntar, y a veces nos engañamos creyendo que sea mejor no hacerlo para poder seguir lo más fácil y placentero.Un discurso sobre la libertad queda incompleto si no tratamos también de la otra cara de la moneda: la responsabilidad. Cada vez que hacemos una opción, cada vez que escogemos, hemos de responder, hemos de dar cuentas de lo que hemos hecho, y nos sentimos“presionados” por otros o por una voz interior que nunca calla... Muchas veces serán personas de nuestro ambiente quienes nos pregunten: “¿por qué lo has hecho?” Cuando se ha producido un crimen uno de los principales elementos de intriga es precisamente descubrir el “intríngulis” que ha llevado a ese asesinato, la causa, el porqué. Pero otras veces es una voz interior, esa que llamamos“conciencia”, la que nos susurra al oído: “tienes que hacerlo” o “no lo hagas”; y luego, una vez que hemos actuado, nos dice “has actuado bien, ¡felicidades!” o “has sido un cobarde, un egoísta, un temerario: ¡no deberías haberlo hecho!” Hay momentos en los que la pregunta exterior nos duele y nos toca mucho más (como cuando procede, por ejemplo, de la esposa o del esposo, de un hijo o de los padres, de un amigo o de una autoridad judicial), y otros en los que no nos importa nada lo que se diga: nos alegra o nos hiere solamente la autorecriminación o la felicitación de la voz interior, que nos pide implacablemente una respuesta...En el binomio libertad-responsabilidad entra en juego, por lo tanto, la conciencia. Y la conciencia puede tener muchos estados de desarrollo. Existe la conciencia inmadura, que se ha quedado con las pocas prohibiciones que nos hicieron cuando éramos pequeños, que sólo nos dice que no nos mordamos las uñas, que no peguemos al “hermanito”, que no manchemos el vestido de fiesta. Esa conciencia no ha crecido, quizá por culpa de otros, quizá, la mayoría de las veces, por culpa propia, pues son muchos los momentos en los que nace el deseo de preguntar, y a veces nos engañamos creyendo que sea mejor no hacerlo para poder seguir lo más fácil y placentero.
Ser libre es ser responsable. Y hemos de responder, ante todo, a nuestra conciencia. Es algo que nunca ha sido fácil. Pero es el camino que debemos seguir para ser felices, con esa felicidad interior que va mucho más allá del triunfo del momento o del aplauso público. Una felicidad que empieza en esta vida y que, según nos enseña la fe católica, continuará eternamente en la otra vida. ¿No vale la pena seguir a fondo la voz de la conciencia?
1.3 EL HUMANISMO CRISTIANO
El Humanismo Cristiano es una técnica social que defiende una plena realización del hombre y de lo humano dentro de un marco de principios cristianos. Entre sus principales exponentes se encuentra Jacques Maritain.
Efectivamente, la visión cultural —o filosofía política de inspiración cristiana— que Maritain desarrolló con extraordinaria precisión y profundidad en varias de sus obras, particularmente en Humanismo Fibral y en El Hombre y el Estado, que son el fundamento principal de lo que hoy llamamos 'Humanismo Cristiano', el que, a su vez, es una de las primarias del desarrollo mundial del estamento político demócrata cristiano, iniciado en América y en el Norte Latino en la primera mitad del siglo XX.
Cabe destacar aquí la importancia de dos conceptos fundamentales en dicha visión cultural: 'filosofía política' y 'humanismo fibral', porque sobre ellos descansa, en el orden filosófico, el Humanismo Cristiano contemporáneo. También podemos decir que es un movimiento intelectual que surge en siglo catorce en contra de escolástica .el Humanismo esta profundamente interesado en lo que podía ofrecer la belleza de este mundo las posibilidades de la existencia terrenal. Los Humanistas se preocuparon del fervor por el estudio del los clásicos, volviendo a las fuentes y los orígenes de la cultura y convenciéndose de que los escritos de los autores clásicos revelarían la autentica Humanidad. Los Humanistas gozaban de un gran prestigio en la sociedad ,los gobernantes y gente importante de la sociedad acudía a sus conferencias y lo mejor es que la juventud seguía sus clases de Latín y Griego ,el Humanismo tomo una gran fuerza en lo que es al educación basándose en toda la literatura Clásica que ellos llamaron con el nombre de letras Humanas o Humanidades ,de donde se derivaron palabras como Humanismo y Humanistas ,con esto se formo el fin educacional del Humanismo el cual era el desarrollo de la personalidad y la formación del hombre culto . Podemos decir que a través de la letras Clásicas el hombre debía elevarse a las más altas y nobles formas del espíritu siendo un individuo con inteligencia y confianza en su aptitudes y su poder creador.
1.4 GRANDES PENSADORES CRISTIANOS.
EPOCA MODERNA:
Juan pico de la miranda
Santo Tomas Moro
Erasmo de Rotterdam
Luis Vives
SIGLO XX SON:
Emmanuel Mounier
Jacques Maritain
Gabriel Marcel
BIOGRAFÍA:
http://renacimientodescubrimientodelhombre.wordpress.com/humanismo/
http://es.catholic.net/aprendeaorar/32/249/articulo.php?id=4222
http://www.buenastareas.com/ensayos/Humanismos-De-Inspiracion-Cristiana/2190366.html
MENTEFACTO